No había
en el lugar un elefante más elegante que Paco, pues siempre iba muy aseado, con
un traje de hojas que le habían hecho los monos y una corbata de telarañas
fabricada por las arañas especialmente para él.
Cada
día, a la hora del té, Paco reunía a sus amigos alrededor de una piedra con
forma de mesa, y tomaban un té de hierbas preparado por los koalas, junto con
unas ricas pastas de bambú que preparaba un oso panda que era un gran cocinero.
Pero, un
día, Paco tuvo que agacharse a saludar a uno de sus amigos y su traje se rompió
¡y era su único traje! El pobre elefante se entristeció mucho, ya que para
alguien tan elegante como él, ir con el traje roto era intolerable, e ir sin
ropa era impensable.
Todos
los animales quisieron ayudarle, así que les pidieron a las arañas que le
tejieran otro traje, pero Paco era enorme, y ellas no producían tantas
telarañas como para fabricárselo. Los animales, tras mucho pensar, tuvieron una
gran idea; todos los animales peludos darían un poco de su pelo para así tener
más hilo, y los que no tuvieran pelo colaborarían ayudando a coser a las
arañas.
Y así
fue, en un periquete tenían hecho el nuevo traje para Paco y no tardaron en
buscarlo para darle la sorpresa.
Cuando
Paco vio su nuevo traje lloró de la emoción pues, ahora no solo tenía un
elegante traje nuevo, sino que sus amigos le habían demostrado lo mucho que les
importaba, trabajando duramente e incluso dando partes de su pelo para la
elaboración del traje más bonito y elegante que jamás se vio en esa selva.
A Paco le encantaría que colorearas su ropa, ¿Quieres?
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